La polémica está servida y más allá del debate sobre los derechos de autor de las obras, en los que todas las partes implicadas "Administración, empresas, usuarios y sociedades de gestión de derechos de autor" parecen estar de acuerdo, la divergencia de posturas en materia del llamado canon digital se traslada a la forma y cuantía con que se grava unos soportes o dispositivos que utiliza el 99% de la sociedad;