Medidas para una correcta higiene laboral

Aunque las medidas higiénicas van a depender de cada tipo de industria y también del puesto de trabajo que se ocupa, se puede afirmar que es un aspecto cada vez más relevante y al que los empleados y los propios empresarios destinan más tiempo y recursos.

A día de hoy, se considera la higiene laboral como fundamental para el desarrollo de los trabajos en los distintos entornos profesionales. En líneas generales, se trata de seguir una serie de procedimientos y normas cuya función sea la de actuar para proteger la integridad física y mental del trabajador. Los activos utilizados, desde el simple acto de lavarse las manos o usar guantes de nitrilo, hasta la desinfección de los objetos y elementos utilizados en el desarrollo de las funciones, deberán ser capaces de preservar a los usuarios de los riesgos de salud inherentes a las labores propias del cargo.

Estas son las medidas fundamentales en cualquier sector productivo.

1.Las manos limpias

Es una penosa realidad la falta de cultura en las empresas sobre este factor, ya sea como consecuencia del estrés, la carga de trabajo o por no darle la importancia que se merece. Sin embargo, lavarse las manos con cierta frecuencia es fundamental para prevenir los más variados contagios que enferman al trabajador, así como para reducir la transmisión de males que el empleado pueda tener a otros compañeros. Enfermedades tan comunes como la gripe o el resfriado común utilizan las manos como medio de transmisión, solo con lavarlas con agua y jabón se detendría.

2.El mantenimiento de los equipos

El espacio de trabajo, así como todo el material, las máquinas y demás equipos útiles para desarrollar la actividad propia del empleo también deberán mantener un riguroso control en relación a su limpieza diaria.  Aunque la organización cuente con la subcontratación de una empresa profesional de limpieza, no debe ser un impedimento para que el propio operario o empleado lleve a cabo con regularidad estas acciones y mantenga en condiciones óptimas su espacio de trabajo.

3.Ser precisos y ordenados

También es muy importante, en relación a la higiene laboral, no ser descuidados con el entorno, ser precisos en este sentido, manteniendo cada cosa en su lugar y teniendo un lugar para cada cosa. Tener un espacio ordenado fomenta un hábito saludable, evitando accidentes y obteniendo un lugar más agradable para llevar a cabo las funciones diarias.

4.La rompa también impoluta

La vestimenta sufre de manera considerable y constante los vaivenes del trabajo, arrastrando y frotándose por los lugares que pasa. Mantener la ropa limpia se consigue con la costumbre de ser cuidadosos en los gestos, movimientos y forma de desenvolverse en un entorno laboral. Requiere, por tanto, un mayor esfuerzo.

Los diferentes tipos de higiene

Por último, cabría añadir algo que se mencionó al principio del presente artículo. Y es que, aunque existan los puntos mencionados anteriormente, perfectamente válidos para cualquier sector, también se dan por buenos diferentes tipos y metodologías para mantener una higiene correcta de forma más específica según el entorno laboral en el que se actúe. De este modo, se puede distinguir entre la utilizada en la higiene industrial, la hospitalaria, la de los centros de distribución o en la alimentaria.